¡Hola a todos! Vuelvo a pasar por aquí, en esta ocasión, para hacer lo que os prometí hace unos días. Creo que las últimas tres semanas han sido las más intensas de toda mi vida y quería contaros cómo las he vivido, sin olvidar, por supuesto, daros de nuevo las gracias infinitas por haberme hecho tan feliz.

El día que comencé a escribir ‘Tu sonrisa mueve mi mundo’ lo hice con la mayor de las ilusiones, quería dejar plasmada una historia que yo siempre había querido leer. Hubo momentos de parón, otros en los que escribí con mucha más rapidez e incluso los que dudas si seguir adelante o no. Siempre he sido una lectora empedernida, adoro viajar con los libros e imaginar historias en mi mente. Decidí escribir la vida de Valeria y llegué a poner esa palabra tan esperada: FIN. Recuerdo que miré el ordenador y dije: ¡Madre mía, he escrito un libro! Como podéis imaginar me sentí súper orgullosa de mí misma por haberlo conseguido. Aunque, todavía me quedaba por delante el camino más complicado.

paloma floresDespués de releerla, corregir errores e intentar mejorar lo que consideraba más flojo, la envié a las editoriales. ¿Y qué tocaba en ese momento? ¡Lo más difícil para una persona extremadamente impaciente! Tuve que aprender a saber esperar a tener una respuesta de las editoriales. Hasta que un día, cuando menos lo esperaba, llegó. Ese día Nowevolution me hizo la persona más feliz del mundo. Me dijo que estaban interesados en publicar mi historia.

Me volví a cargar de paciencia esperando la fecha en la que el libro vería la luz. Por fin, llegó el proceso de edición. Unas semanas súper intensas, pendiente del email constantemente, recibiendo noticias de mi editor que me cada día me hacían ilusionarme más. Sin duda, podría destacar un momento inolvidable: cuando recibí la imagen de lo que hoy es la portada de ‘Tu sonrisa mueve mi mundo’. La vi y me encantó, considero (a temor de que esté mal lo que voy a decir) que es una de las portadas más bonitas del mundo. Creo que describe perfectamente la esencia de la novela, esa capacidad de mirar a tu otra mitad a los ojos y no poder evitar sonreír y no hacerlo de cualquier manera, sonreír regalándole tu vida a la persona que consigue mover tu mundo.

Mientras terminábamos de cerrar la presentación oficial en Madrid llegaron los primeros ejemplares a mi casa. El corazón me latía a mil por hora, lo miré, olí sus hojas y me volví a emocionar al ver mi nombre puesto debajo de esa frase que había decidido como título de mi novela. Ahora sí que sí. Ese fue el momento en el que tuve la certeza completa de que mi sueño se había hecho realidad. Pero no con eso terminaron los momentos emocionantes.

11230238_1449598952001630_3192869625931167510_nDespués de una semana nerviosísima, os juro que vivía en un estado de alteración que no era ni medio normal, amaneció viernes 29 de mayo. Una fecha que quedará marcada para siempre en mi calendario como el día más feliz de mi vida. Extrañamente me levanté más tranquila de lo que esperaba. Deseaba con ganas que pasaran las horas y dieran las siete de la tarde para ir a la Casa del Libro a presentar la novela. Recuerdo que fui y volví del trabajo relatando las palabras que había pensado para la presentación. Os podéis imaginar que prácticamente no comí. Además, pasó otra cosa que jamás había ocurrido. ¡Me tomé por primera vez una tila! Os prometo que estaba tranquila, pero tenía miedo de ponerme nerviosa en el momento de llegar a la Casa del Libro y que los nervios me traicionaran. Pero nada más lejos de la realidad. Entré pisando fuerte, vi a mi familia, a mis amigos, a las personas que me han acompañado a lo largo de mi vida. Los saludé a todos mientras contestaba una y mil veces a la pregunta: “¿Estás nerviosa?”. Yo les decía que no, seguramente más de uno no se lo creyó, pero os juro que cuando estaba allí me tranquilicé. Sandra, mi querida Sandra, comenzó a hablar y a pesar de haberle pedido que no dijera nada emotivo para poder mantener la compostura no me hizo ni caso. Quiero agradecerle las palabras que dijo de mí, de esa manera que muchos me comentaron tan sincera y llena de sentimientos. Hasta que llegó mi turno. Comencé a hablar de mi novela, de mi sueño, a contarle a cada uno de los que estaba allí como había sido el proceso hasta llegar a dónde estábamos. Recuerdo las caras de mi familia, en primera fila, emocionados con cada una de las palabras que yo decía. Os confieso que en muchos momentos me costó mantener la compostura (de hecho, en alguna ocasión tuve que tragar saliva para poder continuar), pero lo hice y lo disfruté. Ver a todas las personas que habían ido a acompañarme mirándome sonrientes, emocionadas y escuchando con atención lo que decía fue increíble. Jamás tendré una vida entera para agradeceros esas sonrisas.

11412309_1451595645135294_3517768887807743365_nY como mi corazoncito pedía más emoción llegó la Feria del Libro de Madrid. Yo soy de esas personas que va todos los años y pasea deseando poderse comprar todos los libros expuestos. Recuerdo como otros años miraba a los autores que firmaban en las casetas con admiración. Pues bien, este año me tocaba a mí. Me parecía increíble el primer día que llegué con mi boli en mano esperando firmar muchos ejemplares de ‘Tu sonrisa mueve mi mundo’. Como siempre, agradecer a las personas que me habéis acompañado allá donde voy, aunque en esta ocasión quiero destacar a todos aquellos que sin conocerme, sin haber leído nada mío, vieron algo que les llamó la atención y decidieron comprar mi libro. ¡Gracias! Asimismo, agradecer a la gente que hacía años no veía y se acercó al Retiro para comprar mi libro y desearme la mayor de las suertes. También me gustaría destacar algo que he sacado de estos días en la Feria del Libro que me sorprendió gratamente. No sólo el ver que la gente sigue leyendo y sigue comprando libros en papel, a pesar de la cantidad de novelas pirateadas que hay en Internet, sino todos los niños que leen. No me esperaba algo así teniendo en cuenta las benditas tablets que parecen haberse convertido en sus mejores amigos. Recuerdo que, cuando estaba en la caseta, se acercó una niña a coger un libro, el padre le aconsejó leer otro y ella contestó: “Papá, a mí me gusta este”. ¡No os hacéis una idea de la ilusión con la que miraba aquella niña ese libro!

Y así han sido las tres semanas más intensas de mi vida. Es imposible trasladaros en estas líneas todo lo que sentí, como mi corazón latía desbocado con cada nueva noticia, como sentí tocar el cielo con la punta de los dedos con tanta felicidad. ¿Habéis visto cuantas veces he repetido la palabra feliz en el post? ¡Os juro que así es como me he sentido! Me habéis preguntado que si me he llevado alguna desilusión con alguien y sí. ¡Ojalá pudiera deciros que todo ha sido perfecto! Pero al final la vida es así, ¿no? Pero yo no me quedo con eso. Me quedo con haber visto las caras de todos y cada uno de los que me habéis acompañado, con vuestras palabras, con vuestras opiniones sobre el libro y vuestras enhorabuenas y felicitaciones. ¿Sabéis por qué? Porque vosotros habéis conseguido con vuestras sonrisas mover mi mundo. ¡Gracias!

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